Productos y Productores

Trilogía sagrada
 
El pan, el aceite y el vino, constituyen la trilogía de la cultura alimentaria mediterránea, aunque otros productos poseen igualmente importancia relevante.
 
Las poblaciones mediterráneas atribuyeron a estos alimentos valores de supervivencia colectiva, otorgándoles por ello un valor sagrado, simbólico y agregador e incluyéndolos siempre en las prácticas, rituales y festividades de las comunidades.  
 
Desde la Antigüedad y en diversas civilizaciones, los muertos eran depositados junto a alimentos que les servirían para el Eterno Viaje,  y era común realizar banquetes funerarios.
 
Al mismo tiempo, el exceso alimentario fue condenado por la religión y en el catolicismo la gula es uno de los siete pecados mortales.